« El mar en medio de la tierra»: este es el significado del nombre Mediterráneo, un mar casi totalmente cerrado, encajado entre tres continentes. Su situación geográfica, su aislamiento y su larga historia con el hombre la han hecho frágil. Sus olas golpean las rocas a unas decenas de metros por debajo del Museo. Tan cercano y tan familiar, el mar Mediterráneo encierra, sin embargo, muchos misterios. Los acuarios del Museo ocupan un lugar privilegiado, para una inmersión inolvidable entre sus maravillosas especies…
Acuarios modernizados
El Mediterráneo ocupa un lugar especial en el Museo y en el corazón de muchos europeos. Rica, brillante y colorida, alberga el 7,5% de la fauna marina mundial y el 18% de la flora.
Sin máscara ni tanque, sumérjase para descubrir sus esplendores en acuarios completamente rediseñados y modernizados. Divertida y educativa, la visita está diseñada para todas las edades y es emocionalmente atractiva.
CIENTOS DE ESPECIES
La Grande Bleue, un cofre de tesoros insospechados, contiene un patrimonio natural rico, precioso y frágil.
Para ayudarnos a descubrirlo y concienciarnos de su protección, las piscinas del Museo contienen 100 de las 650 especies de peces que viven en el Mediterráneo y más de 200 especies de invertebrados.
Desde la pradera de posidonia que emerge bajo la superficie, hasta el desnivel de coralígeno que se sumerge en las profundidades, se revela toda la belleza sorprendente y oculta de este mar, en una atmósfera azulada que mantiene el misterio.
El mero marrón
Los meros siempre han sido las estrellas del Acuario. Estos peces de ojos grandes, plácidos y siempre curiosos, fascinan a los visitantes y los técnicos del Acuario tienen una relación especial con ellos.
Descubramos el mero marrón, este magnífico y emblemático pez.
¿Lo sabías?
Este mar está lleno de misterios. Algunos de ellos se nos revelan en los acuarios. Cabe destacar que algunos peces cambian de sexo durante su vida, o que el pulpo adopta instantáneamente los colores de su entorno por mimetismo.
El Mediterráneo también cuenta con especies protegidas como la cigarra de mar, el gran nácar o el mero pardo. Por último, para reforzar la sensación de inmersión, destacan grandes fotografías e imponentes esculturas de animales marinos.
Sumérjase en el Gran Azul y participe en su conservación.
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