LA EXPOSICIÓN BORDERLINE
PHILIPPE PASQUA
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El Museo Oceanográfico de Mónaco presenta la exposición monográfica Borderline, del artista Philippe Pasqua.
Sus obras monumentales, la mayoría hechas a medida, se codearán con las colecciones míticas del lugar para crear un nuevo diálogo.
El arte de Philippe Pasqua experimenta con el límite. Coquetea con los bordes, bordea los límites y se libera. Violenta e impúdica, su obra sacude tanto como fascina, colocando al visitante en un dilema: devorar con los ojos o apartar la mirada, un reflejo defensivo más que indiferente.
«Philippe Pasqua cuestiona, desafía, perturba, pero nunca con indiferencia.Es el disparador ideal para la sensibilización en favor de la vida marina y terrestre», afirma Robert Calcagno, Director General del Museo Oceanográfico.
Encantado por la arquitectura del Museo Oceanográfico y sensible a su compromiso, el artista propone una exposición a su imagen, sincera y plural.
Doce obras monumentales, siete de las cuales son nuevas, se apoderan de todo el recinto, desde el patio hasta la terraza panorámica, pasando por el acantilado del Rocher, bajo el edificio centenario.
SACUDIR LA RELACIÓN DEL HOMBRE CON LA NATURALEZA
El gusto de Philippe Pasqua por lo monumental se opone a su atracción por lo más vulnerable y profundo. Las grietas y fisuras están expuestas en tamaño XXL. Instintivo, el artista no teoriza sus obras y deja que sean los visitantes quienes las interpreten, pues cree que el arte va más allá de los discursos y de lo visual. » La belleza es poder de evocación «, dice. La obra es hermosa por la emoción que produce, el golpe que da al corazón.
La solución es cada uno de nosotros
El artista expresa aquí toda su sensibilidad y cuestiona al público sobre su relación con la naturaleza, la muerte y el renacimiento.
«A partir de estos temas favoritos, juega con la ambigua relación que el hombre tiene con el mundo marino, entre el miedo y la fascinación, para confrontar al público con los retos actuales de la protección de la biodiversidad«, añade Robert Calcagno.
Estas cuestiones ecológicas, que forman parte del ADN del museo desde su creación, se reflejan en sus logros.