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Es uno de los tesoros del Museo Oceanográfico.
Debe este tesoro a su fundador, el Príncipe Alberto I de Mónaco. El Príncipe diseñó y utilizó estos instrumentos de medición y análisis durante las numerosas campañas de exploración que dirigió en los océanos.
LOS TESOROS DE UN INVENTOR
El Príncipe Alberto I de Mónaco no sólo fue un científico y explorador, sino también un inventor.
Cuando se interesó por el estudio de los océanos a finales del siglo XIX, había poco material específico disponible. No importa, el Príncipe Alberto inventé algunos. Los imagina con sus colaboradores, a medida que avanza su investigación conjunta.
Al desarrollar sus propios instrumentos de recolección, medición y cartografía, el «Príncipe de los Mares» hizo una importante contribución al progreso tecnológico de la oceanografía. Otros instrumentos fueron adquiridos a fabricantes extranjeros, famosos en la época del Príncipe.
VALIOSOS PROTOTIPOS
Como puede ver, se trata de prototipos. Probados en el Mediterráneo en su mayor parte, estos instrumentos se utilizaron durante las 28 campañas de exploración dirigidas por el ilustre fundador del Instituto Oceanográfico de Mónaco.
El museo las conserva cuidadosamente y las muestra regularmente al público. Algunas de las piezas más destacadas pueden admirarse en la exposición Mónaco y el Océano – de la exploración a la protección.
EQUIPO RESTAURADO
Esta colección, única en el mundo, es testigo de la evolución de la ciencia y la tecnología desde finales del siglo XIX.
También se ha enriquecido con la adquisición de piezas más recientes, y fue objeto de una campaña de restauración en los años 80, al tiempo que se elaboraba un catálogo en varios volúmenes con su contenido.
Además del equipo oceanográfico, también incluye instrumentos como prismáticos y microscopios. Gracias a ella, el Museo dispone de una instantánea de los medios de que disponían los científicos de la época para sus investigaciones.
