Este espacio también permite a los visitantes tomar conciencia de la causa de las tortugas terrestres. En 2011, durante un viaje diplomático a Malí, el Soberano recibió como regalo del Presidente maliense 7 tortugas de tierra(Centrochelys sulcata). A su regreso a Mónaco, el Príncipe confió estas tortugas al Museo Oceanográfico para que pudieran ser presentadas al público en un espacio dedicado y para que pudieran sensibilizar al público sobre la causa de estos animales amenazados. Muy resistentes, pueden soportar temperaturas extremas de más de 40°C. Forman parte de las 325 especies de tortugas terrestres o de agua dulce identificadas en el mundo (frente a sólo 7 especies de tortugas marinas). A pesar de su imponente tamaño, estos reptiles milenarios están en peligro de extinción. El Museo Oceanográfico está en contacto con la organización maliense ORDRE (Organización para la Investigación, el Desarrollo y la Restauración del Medio Ambiente) que está desarrollando un programa plurianual de reintroducción de estas tortugas crestadas con el fin de devolverlas a su territorio y participar en este gran programa de reintroducción de esta especie amenazada.